¿CON QUÉ? Ingredientes:
-1 cucharada sopera de alga wakame (rehidratación: 10 minutos; cocción: 20 min).
-1 cebolla, en rodajas.
-1 zanahoria, en rodajas finas.
-1 chirivía o nabo, en rodajas finas.
-1 trozo de col blanca, cortada fina.
-1 hoja de laurel.
Aderezos:
-1 cs rasa de hatcho miso no pasteurizado.
-1 ciruela umeboshi desmenuzada.
-1 cp de jugo de jengibre fesco.
-1 cs de jugo concentrado de manzana (opcional).
Guarnición:
-Cebollinos/puerro fino/perejil crudo cortado en rodajas finas.
¿CÓMO?1.Hierve 4 tazas de agua de buena calidad. Añade los ingredientes. Tapa y cuece a fuego medio durante 20-30 minutos.
2.En un bol, diluye el miso con un poco del caldo. Añade de nuevo al resto del consomé junto a los aderezos. Deja a fuego mínimo (es muy importante que no hierva) durante 1-3 minutos.
3.Sirve caliente con el cebollino/puerro/perejil fresco cortado.
¿POR QUÉ?Este consomé es muy REMINERALIZANTE, ALCALINIZANTE y RECONSTITUYENTE.
Es remineralizante porque las raíces y las algas nos aportan una magnífica cantidad de minerales de muy buena calidad. Por esta misma razón, es también alcalinizante. Y es reconstituyente porque aumenta los fluidos y la sustancia básica de los órganos y del cuerpo en general. Además, gracias a los fermentos que nos aporta el miso, nuestra actividad intestinal se verá muy beneficiada. Las ciruelas umeboshi nos ayudan a neutralizar el exceso de yan (carne, sal, proteínas) y el exceso de yin (azúcar, refinados, alcohol).
¿CUÁNDO?Tómalo siempre que quieras, antes de las comidas, templadito, para preparar al tubo digestivo en su arduo trabajo digestivo.
Puedes dejarlo hecho, colado, y mantenerlo en la nevera en una botella de cristal. Lo único que tienes que recordar entonces es añadir el miso cuando lo vayas a consumir (recuerda que el miso no debe hervir!!).
Las mejores estaciones para tomarlo son el otoño, el invierno y a comienzos de la primavera. También te lo recomiendo como inicio del camino de la detoxificación de tu organismo, para facilitar tu recuperación después de padecer alguna enfermedad y para remineralizarte tras un duro desgaste, tanto físico (deporte) como mental (exámenes, estrés,…).
No dudes en añadir o modificar los ingredientes de esta receta básica. Por ejemplo, posiblemente en primavera no necesites añadirle jengibre (recuerda que este alimento calienta el cuerpo). O te apetezca en otoño hacerla con hongos shiitake para reforzar tu sistema inmune. O en primavera aderezarla con unos frescos y crujientes germinados.
¡Recuerda que tú eres el alquimista en tu cocina!